Las paneras están compuestas por un cesto de trapillo elaborado de manera artesanal y nueve objetos seleccionados minuciosamente para una completa estimulación de los sentidos.
El cesto incluye varios elementos compuestos con distintas formas, texturas, colores y sonidos. Las piezas de madera son de haya natural sin tratar, tela y silicona alimentaria. La silicona es antibacteriana y está libre de BPA, cadmio, ftalatos, metales pesados, PVC, óxido, y níquel.
Las paneras de tesoros son una propuesta de juego, o recurso educativo, indicado para los bebés entre 6 y 18 meses.
Favorecen, mediante el juego y la actividad manipulativa de exploración, la estimulación sensorial de el bebé en su máxima expresión.